sábado, 28 de marzo de 2009

La elección de los medios de enseñanza

Heinz Bach

El valor de todos los procedimientos didácticos depende de la elección de los medios adecuados o herramientas para la enseñanza. Medios didácticos son todos los objetos que el maestro o los alumnos utilizan para su trabajo. Pueden servir como medios de enseñanza: minerales, plantas, animales, productos industriales, cuadros, libros, mapas, modelos, relieves, tablas, diagramas, películas, radio, cintas fonomagneticas, discos, aparatos de proyección, de televisión, instalaciones audiovisuales y de laboratorios de idiomas, instrumentos experimentales, laminas etc.

Los medios didácticos se dividen en:

Medios de enseñanza: medios de exposición

Medios de estudio: medios de trabajo que a su vez se dividen en medios de autoenseñanza y medios de ejercitación.

Como los medios didácticos no son un adorno, si no medios de comunicación legítimos y a menudo imprescindibles entre la cosa y el alumno, el resultado de cada clase depende en gran parte de su elección adecuada. Al elegir los medios didácticas es preciso tener en cuenta:

a) El tema
b) El método
c) El nivel evolutivo y psicológico de los alumnos

a) Los medios didácticos tienen que corresponder al tema: Hay que resistirse a la tentación de utilizar medios inadecuados. Si no pueden adaptarse a las exigencias del tema, mejor será prescindir completamente de ellos. Juegos ofrecidos por el comercio que seguramente divierte a los alumnos, pero cuyo valor didáctico es a veces bastante pobre, o a algunos adornos que producen mas bien un clima falso en vez de poner a la clase en armonía con una vivencia.

Se prescinde todavía del empleo de medios técnicos como la radio, el cinematógrafo y la cinta magnética aunque presten excelente ayuda.

b) Los medios deben estar adecuados al método de enseñanza: al elegir los medios didácticos siempre hay que considerar si son útiles y suficientes para el método previsto. Respecto a los medios de autoformación cabe señalar que la mera independencia no es suficiente.
Como medios de autoenseñanza pueden servir únicamente aquellos que conducen a un enfrentamiento verdaderamente adecuado con el tema. Las enciclopedias no son medios de autoenseñanza pues el trabajo consiste en copiar y aprender de memoria.

c) Los medios de enseñanza deben adecuarse al nivel psíquico de los alumnos: no se puede presentar un documental apto para niños de 7 y 8 años a un niño de 4 sin que lo confunda mas de lo que le explique.

A menudo conviene complementar un medio didáctico con otros, un diagrama con un mapa por ejemplo. Lo percibido a través de varios sentidos suele retenerse mejor que lo captado solo óptica o acústicamente; por otra parte es preciso ofrecer algo para cada uno de los distintos tipos perceptivos de la clase, tanto el visual y el auditivo como táctil o el motor.
Un exagerado empleo de ilustraciones o películas puede hacer atrofiar l imaginación. Con demasiada facilidad el interés de la clase se desvanece a causa de a monotonía.
Por cierto, hay que evitar también la demasía. Puede suceder que las exterioridades distraigan la atención de los alumnos del objeto mismo y del esfuerzo de pensar, extenso que no tenga lugar para la reflexión, para la comparación o para hacer preguntas.
Es importante emplear los medios elegidos en el momento apropiado.
Como indicación previa para la eficiente utilización de los medios, el maestro debe familiarizarse con las lecciones del colegio: cabe señalar especialmente las tantas veces inutilizados tesoros de los gabinetes, bibliotecas, colecciones de monografías y medios de trabajo. Uno mismo debe coleccionar materiales, tener ordenado el armario y el aula.
Acertadamente preparados y elegidos, los medios didácticos constituyen un fundamento esencial para un estudio placentero y fecundo, a menudo ya por el solo hecho de impedir que la enseñanza desemboque en un mero palabrerio.

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